LA MÚSICA PROTESTA :EL ARTE COMO ARMA DEL PUEBLO



Este tipo de canciones tuvieron un especial auge en los años sesenta y setenta, muchos de sus creadores e intérpretes fueron jóvenes que tuvieron en común la búsqueda de nuevos planteamientos sobre la tradición, lo popular y la revalorización de la identidad.

La protesta desde la música cambia su función de solamente entretener y la convierte en una herramienta de denuncia, para llamar a la unión de las luchas sociales, donde se destaca un gran sentimiento de empatía y solidaridad entre las grandes masas populares.


La música como herramienta de protesta existe desde hace mucho tiempo atrás,en la edad media destacan las "canciones anticlericales",qué representaban el sentimiento de desprecio ante la iglesia por los actos de corrupción y abusos que cometieron en esa época.


Podemos decir entonces, que la música fue cumpliendo diferentes funciones según la sociedad lo fue requiriendo, como un medio de acusación ante problemáticas sociales, por ejemplo, en Estados Unidos a finales del siglo XIX podemos ubicar las primeras manifestaciones de este tipo de música como parte de los movimientos obreros y sindicalistas, donde cumplía con una función de explicación de los problemas laborales que presentaban los empleados y que invitaban a la militancia en apoyo a esas causas o animar las huelgas.


En 1939 la artista de jazz, Billie Holiday, lanza un sencillo llamado "strange fruit", que denunciaba las muertes de afroamericanos en el sur de ese país, aunque esta canción no fue "la primera canción protesta", sí fue la primera que trasladó un mensaje político-explícito al mundo del espectáculo.



Otros representantes de la canción protesta en Estados Unidos, a medio camino entre la militancia y el desarrollo de un nicho del espectáculo musical en el siglo XX fueron: Woody Guthrie, Peete Seeger, Phil Ochs, Bob Dylan, Joan Báez.




En América latina una de las manifestaciones de dicho proceso fue la temprana fundación de la Casa de las Américas el 28 de abril de 1959, que buscaba articular las dinámicas culturales y artísticas del continente.

El primer Encuentro de la Canción Protesta se dio en La Habana, Cuba, entre el 29 de julio y el 10 de agosto de 1967. En este evento se planteó un espacio de reunión, para que varios músicos pudieran conocerse entre ellos e intercambiar canciones y visiones sobre su propio trabajo.

Daniel Viglietti, Quitín Cabrera, Aníbal Sampayo, Yamandu Palacios, Marcos Velázquez, Los Olimareños, Carlos Molina y Alfredo Zitarrosa integraban el contingente nacional más extenso, el uruguayo.






Entre los argentinos estaba Ramón Ayala, Óscar Matus, Celia Birembaum y Rodolfo Mederos,  también asistentes al Encuentro, eran miembros y fundadores del “Nuevo Cancionero” argentino.  De este país se destaca la figura de Mercedes sosa, quien fue detenida en medio del que sería su último recital antes del exilio, mientras interpretaban canciones de protesta que habían sido censuradas por el sistema militar y represivo, en el que se encontraba Argentina en ese momento.



Los chilenos Ángel e Isabel Parra, hijos de Violeta Parra (quien se había suicidado a principios de 1967), uno de los grandes iconos de la música popular chilena, junto con Víctor Jara, Patricio Manss y Rolando Alarcón, caracterizados por “sus líricas poéticas, el uso de instrumentos indígenas latinoamericanos y un mensaje político de justicia social y antiimperialista”

El artista chileno Victor Jara, durante la dictadura militar de Pinochet, fue torturado y asesinado por manifestarse a través de su música. 




Los mexicanos José González Márquez y Óscar Chávez


El póster del Encuentro, “La rosa y la espina”, fue diseñado por el joven cubano Alfredo Rostgaard. En él se manifestaba artística y poéticamente. Por un lado, la vertiente romántica de esta corriente musical, mientras que por otro, su aspecto combativo, doliente y de confrontación.

Además, la Casa de las Américas se convirtió, a partir de entonces, en un gran eje de encuentros, reuniones, conciertos y producción de fonogramas de esta corriente musical en los años setenta y ochenta; impulsando al Movimiento de la Nueva Trova, abanderado por los entonces muy jóvenes Silvio Rodríguez, Pablo Milanés y Noel Nicola; así como Leo Brouwer, Enrique Plat y Eduardo Ramos.






En Colombia, esta corriente musical toma fuerza un 24 de abril de 1968, cuando se funda el Centro Nacional de Canción Protesta (CNCP), que se consolidó gracias a las actividades de un pequeño grupo de músicos que a mediados de los 60 tocaban en espacios sindicales, universitarios y comunitarios, mientras trabajaban muy de cerca con el Partido Comunista de Colombia (PCC) y con la Juventud Comunista.


Se destacaron artistas como El dúo Norman y Darío, el cantautor santandereano Pablus Gallinazo y el dúo de hermanos adolescentes Ana y Jaime.



Sin embargo, el declive del centro comenzó a principios de los setentacuando artistas muy respetados en los círculos del CNCP, comenzaron a grabar comercialmente, aparecer en programas de televisión y a competir en festivales que se hicieron notar ante los principales medios de comunicación.

Las relaciones entre estos artistas y las entidades comerciales decepcionaron a sus colegas militantes, que temían que las disqueras y los medios ignoraran las canciones “verdaderamente” revolucionarias.

A finales de la década, los músicos activistas comenzaron a sentir que el enfoque panfletario de la canción protesta era demasiado propagandista y de baja calidad artística. Se comienza a dar importancia a ritmos inspirados en la música de tradición, fue así iniciaron proyectos de investigación y divulgación de ritmos tradicionales de otras partes de la región Andina. En este estilo se destaca el músico Jorge Velosa.


Como consigna de todo este movimiento artístico, podemos decir que los artistas de la música

protesta, deberían ser conscientes del poder de la canción, como puente de comunicación entre

las masas que rompen barreras como el analfabetismo. Por esta razón,  la canción debería ser un arma al servicio de los pueblos y no un producto de consumo banal.


Aprovechamos para destacar la función de denuncia de algunos artistas cartageneros que no son indiferentes a los diversos problemas sociales que se presentan en el país, y a su vez, confirman cómo la música protesta tiene gran incidencia en los jóvenes que asumen su territorio con un gran sentido de pertenencia, y expresan por medio de su voz, un sentir colectivo de estas nuevas generaciones, que se mantienen presentes e involucrados con el devenir de un país.  A continuación, les dejamos este playlist de ocho artistas cartageneros, que han dedicado una producción musical para protestar pacíficamente, plasmando en sus letras un mensaje de cambio y unidad del pueblo. 

https://youtube.com/playlist?list=PL9GQKU05I0rVZ1d3xBYXc7P7ldAO2CgmR



Fuente

Salazar Rebolledo, Juan Alberto. (2020). La rosa y la espina: expresiones musicales de solidaridad antiimperialista en Latinoamérica. El Primer Encuentro de la Canción Protesta en La Habana, Cuba, 1967.

La música como expresión de protesta en América Latina vía el otro parche


Una mirada histórica al Centro Nacional de Canción Protesta, que marcó el camino de varios artistas. vía El tiempo

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